miércoles, 28 de noviembre de 2018

Once mecanismos de la oligarquía para manejar la democracia


Entrevista a Rosa Cañete Alonso. Economista.

Realizada por Alejandro Bercovich en el programa El Lobby, de radio Con Vos.
el 24 de noviembre de 2018
en su paso por Argentina durante el Primer Foro Mundial de Pensamiento Crítico, en el que presentó el informe “Democracias capturadas”.
Campaña "Iguales", contra la desigualdad en Latinoamérica y el Caribe. Oxfam ong.


miércoles, 7 de noviembre de 2018

Bifo, sobre el Estado en el capitalismo global


Entrevista en La mar en coche
FM La Tribu - Buenos Aires
6 de noviembre 2018

Reflexión sobre la suerte de los gobiernos progresistas latinoamericanos.


Alguien: Bueno, esta pregunta creo que no debe ser tan fácil contestarla desde Europa porque Diego de alguna manera te preguntó sobre eso y no le respondiste, que tiene que ver con los gobiernos populares de Argentina. Perdón, “Argentina” es un fallido. De Latinoamérica. Porque vos decís “el neoliberalismo de izquierda es lo peor”. Imagino que te referís a lo que se llamó la Tercera Ola o la Tercera Posición, no me acuerdo, que tiene que ver con Blair y todo eso.
Pero los gobiernos populares de Latinoamérica tuvieron una gran diferencia con esos gobiernos, porque justamente, a su manera, no digo que radical y totalmente, pero lucharon para acotar el neoliberalismo y para darle algo de voz a los pueblos. Algo, no todo. Por ejemplo en Bolivia, a mí me sorprendió especialmente cómo personas que no se animaban 20 años atrás frente a un blanco, hablaban con toda autoridad. Se empoderaron realmente.
Entonces, yo digo: no fue sólo lo que estos gobiernos que vos decis neoliberalistas de izquierda prepararon, sino que hay una maquinaria… te pregunto si no pensás que hay una maquinaria mundial… eh… cómo decir… informática, judicial y militar y de medios como para pulverizar todo lo que se oponga al neoliberalismo y que eso es lo que le están haciendo ahora a Latinoamérica.
Y por último, perdón por ser largo lo que digo. A su vez, la pasión en este momento está siendo acaparada por ciertas iglesias que invaden desde lo más fuerte de la pasión, cooptando voluntades.
Esta es mi reflexión, mi pregunta.
B: Muchas gracias. Muchísimas gracias. Porque era la pregunta que estaba esperando.
Que es central en Europa, como lo es en Latinoamérica, en todo el mundo. Pero especialmente en Europa y Latinoamérica. Porque aquí está ya desarrollada en el pensamiento, en la práctica, en la discusión del movimiento, esa cuestión de la soberanía nacional, democrática, popular.
Yo puedo ver en tus palabras, si entiendo bien, la diferenciación, la valorización de la experiencia latinoamericana, como tentativa de valorizar el poder popular contra o en substracción, en diferencia, al neoliberalismo. Seguro. Eso ha hecho. Pero fracasó. Me parece. Lo siento mucho. Me parece que fracasó.
Alguien: Bolivia todavía no.
B: De acuerdo. Espero que Bolivia sea la excepción. Lo espero mucho y lo quiero. Pero fracasó.
¿Por qué fracasó? Porque la soberanía nacional y popular no existe más y nunca existirá en el futuro. La democracia fracasó, porque no tiene la fuerza para oponerse al capitalismo global.
¿Por qué no tiene esta fuerza? La pregunta que tenemos que preguntarnos es esta: (para decirlo de manera brutal) ¿Google pertenece al territorio de los Estados Unidos o los Estados Unidos pertenecen al territorio de Google? A mí me parece que los Estados Unidos, como Italia, Argentina, Bolivia y China... (China, vamos a ver) pertenecen al territorio de Google.
Lo digo de otra manera. La verdadera fuente y el verdadero lugar del poder económico, tecnológico y político contemporáneo es lo que usted llama la maquinaria global. La maquinaria global, es decir, la conexión técnica y financiera que totalmente escapa a la dimensión de la decisión política, democrática y hasta escapa a la posibilidad de decisión humana.
Ese es el problema, creo, que estamos enfrentando hoy. No es la voluntad política mala de algunos poderes humanos identificables. No. Estamos enfrentando el autómata tecnolingüístico global. Eso es el poder contemporáneo. Entonces no sirve de nada. Sirve de poco fortalecer la democracia en un país o en el otro. Porque los Estados no pueden nada contra el poder desterritorializado del autómata global.
Vemos lo que está pasando en esta historia de Facebook, que tenemos que legalizar, regular, reglamentar, hacer leyes porque la… ¡Todas esas son bromas! Hay un amigo, un pensador que se llama Eugeny Morozov, no sé si lo han conocido en la Argentina, que está trabajando sobre la idea de soberanía política contra las corporaciones globales.
Este intento bien intencionado, amable, bueno, no tiene fundación, no tiene posibilidad. Porque la soberanía política es cosa del pasado. Porque la soberanía política murió. Ese es el problema.
En 1977, el año en el cual todo sucedió, un ingeniero y un sociólogo franceses, Alain Minc y Simon Nora, escribieron un pequeño libro titulado “La informatización de la sociedad”. Era un reporte, una cosa escrita para el presidente de la República, Valery Giscard d'Estaing. Era una cosa políticamente muy importante. El tema era: ¿qué pasará en el futuro cuando el teléfono se conecte con la computadora? Era una cuestión formidable. Y Alain Minc dice lo primero que pasará es que los Estados nacionales no tendrán ningún poder. Porque el teléfono y la computadora conectados (que significa internet, evidentemente, no existía la palabra internet en el 77 pero el concepto ya se articulaba)... La conexión entre el teléfono y la computadora produjeron un efecto muy simple: la información ya no podrá ser territorializada al interior del Estado nacional. Y como el poder político es fundamentalmente información, el poder político se encontrará desamparado. Es lo que está pasando hoy, evidentemente.
Entonces lo que yo estoy diciendo, puede parecer muy pesimista, casi inutilista en un sentido. No estoy diciendo no podemos hacer nada. Estoy intentando decir una cosa muy diferente.
Estoy diciendo: el lugar de la alternativa no es la voluntad política de los Estados nacionales o de los pueblos nacionales o de la democracia. La verdadera capacidad de alternativa se encuentra en el interior del cerebro conectado. Concretamente eso significa que lo que yo llamo cognitariado, es decir el proletariado cognitivo, es decir millones y millones de personas que cada día trabajan en la red, estos cerebros conectados y aislados, estos cerebros sin cuerpo, tienen sí el poder de cambiar todo. Tienen el poder de desmantelar la maquinaria global. Tienen el poder de reprogramar la maquinaria global según un principio diferente del principio de la valorización capitalista.
Entonces, si insistimos en ganar la batalla electoral a nivel nacional para imponer una democracia que pueda… de acuerdo en hacerlo, si no tenemos nada más que hacer. Pero tenemos otras cosas que hacer. Tenemos que empezar un proceso de erotización, de organización afectiva, social, lingüística, de los cerebros conectados pero aislados.
[el audio sigue con la propuesta de una alternativa centrada en el cognitariado]